Sunday, April 06, 2008

 
El sexo divide la fe

En Córdoba, Argentina, habrá en mayo dos encuentros religiosos relacionados con la homosexualidad: uno considera que es una enfermedad e intenta “sanar” a los gays. El otro, en cambio, busca incluirlos en el cristianismo, con su diversidad.

¿Se puede ser religioso y homosexual? “No”, responderían las posiciones oficiales. Es que si hay un punto en que las religiones en general concuerdan, con algunas excepciones, es con la prédica de la homosexualidad como pecado. Y en mayo, Córdoba será sede de dos encuentros paralelos que tienen miradas opuestas en la convergencia entre la homosexualidad y la religión: el de los cristianos que dicen “sanar” la primera y el de otros cristianos que buscan conciliar su fe con su elección sexual. Dios está en todos lados, pero te quiere heterosexual. No lo dice así, no es el lema explícito, pero con eufemismos incluso en su nombre, el Ministerio Restauración, una agrupación de raigambre evangélica, forma a líderes espirituales en lo que llaman “el proceso de sanación” de los homosexuales para que luego vuelquen sus conocimientos en su iglesia de origen. Funcionan en Córdoba desde hace ocho años y hace cinco realizan estos encuentros de formación.
Enterados de la próxima capacitación del Ministerio Restauración –que se realizará del 18 al 24 de mayo en La Falda–, y con el propósito de hacer conocer en la provincia una alternativa con una mirada inclusiva, Cegla (Cristianos GLTB –gays, lesbianas, trans y bisexuales–), vendrán desde Buenos Aires a Córdoba, también en mayo. El lema será: “Porque la fe en Cristo y la homosexualidad son compatibles”. “No somos una ‘iglesia gay’. Somos una agrupación de gente que se ha reunido para ayudar a otros para que no les suceda lo mismo que nos sucedió a quienes comenzamos esto. Estuvimos años luchando contra nuestra sexualidad, intentando reprimirla. Nos inculcaron la culpa sólo por sentir atracción”, cuenta Marcelo Sáenz, quien además de ser el fundador de la agrupación dedica su vida a su profesión de ingeniero. Cegla comenzó sus actividades hace cinco años y hace tres que se reúne en una iglesia metodista en Buenos Aires (“porque tienen una mentalidad más progresista”, dice Marcelo) y aclara que si bien él se formó como evangélico, “están abiertos a todas las personas que tienen una base cristiana; también a los judíos”. Y explica: “No predicamos un evangelio, ni convencemos a nadie en lo religioso. Sólo buscamos la comprensión de qué es lo que dice la Biblia, porque en definitiva se recurre a la Biblia para justificar la condenación. Lo cierto es que no existe un argumento sólido que pueda sostener que en la Biblia se condena el amor entre dos personas del mismo sexo”, asegura. La “sanidad”. La negación de la homosexualidad como enfermedad es un acuerdo global a nivel científico. La Organización Mundial para la Salud (OMS) la quitó de su nomenclatura hace casi dos décadas y la Asociación Americana de Psiquiatría lo había hecho en 1973.
Sin embargo, desde el Ministerio Restauración buscan, según cómo lo publicitan en su página web, la “sanidad de la homosexualidad” o su “restauración”. Eso sí: Mauricio, uno de los miembros de la agrupación, se encarga de aclarar que, contrario a lo que pareciera, su propósito no es condenar la homosexualidad. “Nuestro propósito es de compasión, misericordia, gracia, para nada es de condenación. Es para aquellas personas para quienes la homosexualidad representa un martirio”, dice. “Tenemos que recurrir a lo que el Creador de nuestra humanidad nos dice. Él está interesado en reencauzar todo aquello que haya sido roto, quebrado. Hay personas que pueden dar fe de que Dios les ha restaurado su condición homosexual”, explica Mauricio. Y cuenta que la agrupación hasta ahora sólo se promociona por medios cristianos, como Radio María, porque, reconoce, hay personas que no comparten lo que hacen. Cuenta que alguna vez hubo quejas y manifestaciones con pancartas. “Son personas que no comprenden lo que hacemos, que no comparten el tema de la fe”, asegura. Es más, si un líder se quiere inscribir en estas capacitaciones, podrá leer en el syio web algunas recomendaciones: “La homosexualidad y la idea de que una persona puede ser sanada es un tema candente en nuestra cultura y puede a veces provocar debate. Considere si su iglesia podrá arriesgarse a entrar en el debate acerca de la homosexualidad”. Y continúa: “¿Están usted y su iglesia dispuestos a ser vistos como ‘intolerantes’ por aquellos que han adoptado a la homosexualidad como normal e inmutable?”, “¿Podrá lidiar usted con las personas que lo acusen de ser odioso por apoyar uno de estos grupos de ayuda?”. En la misma página de Internet se puede adquirir por cinco dólares conferencias en formato MP3 como: “Cómo Jesús me liberó del lesbianismo”, “cómo establecer un ministerio de sanidad en su iglesia”, “la sanidad de la homosexualidad y del lesbianismo”, o por 13 dólares “tras la integridad sexual: cómo Cristo sana al homosexual” y muchos más. La agrupación, dice Mauricio, “no es una isla” pues responde a dos organizaciones internacionales que tienen su fuerte en Estados Unidos: Living Waters y Exodus. En Argentina “somos cristianos, católicos evangélicos, carismáticos, evangélicos pentescostales, evangélicos bautistas”, cuenta. Cuando se le pregunta por qué no se puede conciliar la religión y la homosexualidad, Mauricio tiene su argumento: “Dios cuando nos creó tuvo un propósito, nos creó con límites. Cualquier cosa fuera del pacto heterosexual del matrimonio, o relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio no es el propósito de Dios. Todo lo que sea desbordado, desorientado, todo lo que esté fuera de estos límites no es el propósito de Dios”. Amén. Fuente: La Voz
.
Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

free web tracker
referer referrer referers referrers http_referer