Tuesday, June 13, 2006
Ex comunismo y homofobia en el este de Europa
Insultados y agredidos, humillados y considerados como enfermos o pervertidos, los gays de los países ex comunistas del este de Europa se enfrentan a una intolerancia generalizada, mientras sueñan con el respeto y la aceptación existentes en Occidente.
Este fin de semana, sin embargo, los gays polacos no se limitaron a soñar sino que se lanzaron a las calles de Varsovia en un "Desfile de la igualdad" contra los prejuicios de la mayor parte de sus conciudadanos y de la derecha conservadora en el poder.
Así, entre los más de 3.000 participantes (según la policía, unos 6.000 según los organizadores), las "drag queens" polacas, es decir, los travestis y gays de llamativos vestidos y peinados, se dejaron ver en público, por primera vez en la historia de un país donde la Iglesia católica tiene un gran peso ya que el 90% de su población pertenece a esta confesión.
"La homofobia mata", decían numerosas pancartas de la marcha, que se llevó a cabo el sábado sin incidentes, vigilada por unos 2.000 policías ante la gran tensión provocada por su convocatoria.
De la homofobia que domina el este europeo post comunista, sólo se salvan la República Checa y Eslovenia, que recientemente adoptaron una asociación para las parejas gays.
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Insultados y agredidos, humillados y considerados como enfermos o pervertidos, los gays de los países ex comunistas del este de Europa se enfrentan a una intolerancia generalizada, mientras sueñan con el respeto y la aceptación existentes en Occidente.
Este fin de semana, sin embargo, los gays polacos no se limitaron a soñar sino que se lanzaron a las calles de Varsovia en un "Desfile de la igualdad" contra los prejuicios de la mayor parte de sus conciudadanos y de la derecha conservadora en el poder.
Así, entre los más de 3.000 participantes (según la policía, unos 6.000 según los organizadores), las "drag queens" polacas, es decir, los travestis y gays de llamativos vestidos y peinados, se dejaron ver en público, por primera vez en la historia de un país donde la Iglesia católica tiene un gran peso ya que el 90% de su población pertenece a esta confesión.
"La homofobia mata", decían numerosas pancartas de la marcha, que se llevó a cabo el sábado sin incidentes, vigilada por unos 2.000 policías ante la gran tensión provocada por su convocatoria.
De la homofobia que domina el este europeo post comunista, sólo se salvan la República Checa y Eslovenia, que recientemente adoptaron una asociación para las parejas gays.
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