Friday, June 16, 2006
Tres formas de ser homosexual
El escritor Alberto Mira descubre la importante presencia de gays en los movimientos culturales del siglo XX y distingue tres actitudes homosexuales: la homófila, la maldicista y la de la pluma
Historia o cultura gay. El escritor valenciano Alberto Mira rompe el dilema: "Existe una cultura gay; la homosexualidad no es un grupo de personas homogéneo. No se puede hacer una historia". Autor del libro De Sodoma a Chueca. Una visión de la cultura homosexual en España , Mira explica que en los últimos 150 años al homosexual se le ha sometido a una serie de restricciones que le han ido obligando a adoptar ciertas estrategias para poder defenderse o para que esas limitaciones no le afecten. "Esa manera de enfrentarse a la homofobia da como resultado la cultura gay", matiza, distinguiendo tres actitudes culturales según la forma de encarar esa discriminación.
Así, Mira habla de la cultura homófila, o lo que es lo mismo, "cuando te dicen que eres un enfermo, antinatural, un pervertido... respondes que no, que yo soy normal". O la maldicista, que es aquella en la que la respuesta es "sí, lo somos y qué estupendo es serlo". En esta cultura que reafirma esa marginalidad que diversos sectores siguen achacando a la homosexualidad aparecen nombres claros como los de Pasolini o Jean Genet, pero también escritores españoles como Juan Goytisolo y poetas de los años 20 y 30, como Lorca o Degoyos. Una tercera actitud cultural -- "por la que más se nos culpa y la que más se ve", indica Mira-- sería la de enfrentarse a la homofobia desde la frivolidad, el escapismo o la estridencia. En definitiva, "la cultura de la pluma", cuando "los gays, por naturaleza, no son así".
Sin embargo, Mira asegura que los heterosexuales prefieren al gay con pluma, "porque es una manera de tenerlos controlados y que así nada cambie". La realidad, a su modo de ver, es bien diferente: "Lo que la mayoría de los homosexuales querrían es ser como todo el mundo. Sin plumas, sin marginación y sin nada". Este escritor, también autor del diccionario de la cultura homosexual Para entendernos , valora los cambios vividos en España tras el reconocimiento legal de derechos hasta ahora impensables para los gays: "Han crecido las oportunidades, pero la clave ahora está en ver cómo vamos adelante y aprovechamos esas posibilidades".
Además, alerta de que quedan bastantes sectores en los que la homofobia crece a pasos agigantados. Y apunta a la Iglesia, "que ahora tiene en la homosexualidad su caballo de batalla", a los institutos de enseñanza secundaria y a los inmigrantes procedentes de culturas no occidentales y homofóbicas que pueden no entender la normalización que ya existe en muchos sectores de España. "Lo que no podemos los gays es hacernos racistas", puntualiza, "pero es un frente que hay que tener vigilado".
Mira descubre, en su último libro, una importante y destacada presencia homosexual en los movimientos culturales de la historia española. Desde la Generación del 27, en la que los autores gays vivieron un destierro que se explica en esa marginalidad padecida por el hecho de ser homosexual, hasta los directores de cine más importantes del momento y demostrando que la cultura gay ni es homogénea ni tiene color político. El veredicto general que existe sobre la actual cultura gay, según autores como Luis Antonio de Villena, Alvaro Pombo o Eduardo Mendicutti, no es nada halagüeño: "Dicen que se ha frivolizado haciéndola basura, estereotipada, con un excesivo culto a la belleza y mucha superficialidad". La opinión de Mira va algo más allá: "Pienso que toda la cultura en general se ha frivolizado y que la homosexual es parte de ella".
ELENA G. BANDERA in La Voz de Asturias
Imagen: Antonio Saura