Saturday, August 12, 2006
Primeros juegos "abiertos"
Concluyeron en Montreal, Canadá, los primeros Juegos Mundiales "Outgames" en los que participaron 12.000 deportistas de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero para celebrar el deporte, la cultura y los derechos humanos.
Fue una fiesta más que una ceremonia de clausura. Arriba en el escenario Liza Minelli deleitó a los atletas con su interpretación de "Cabaret" y "New York, New York". Mientas las luces iluminaban el Estadio Olímpico, algunos bailaron y otros se abrazaron.
Mark Tesksbury, co presidente de los juegos y medallista de oro en las Olimpiadas de Barcelona 1992, se mostró visiblemente emocionado al poner punto final a la cita. "Aquí no somos ciudadanos de segunda clase", dijo.
El sábado previo se vivieron escenas similares cuando cerca de 40.000 espectadores recibieron a los competidores en el mismo escenario en la ceremonia inaugural. La leyenda del tenis Martina Navratilova fue recibida con una ovación cuando acompaño a Tewksbury en la lectura de los derechos humanos de la comunidad LGBT: lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Montreal no había sido testigo de un evento de esta magnitud desde que la ciudad fue sede de los Juegos Olímpicos hace treinta años.
La calle St Catherine, en el corazón del municipio donde está la "villa", fue un festival continuo. Varias empresas dieron su apoyo con avisos publicitarios. Enormes banderas de arco iris colgaban de los balcones. Los medallistas recibían las felicitaciones de los usuarios del metro.
Como suele suceder en torneos aficionados, las competencias - que incluyeron desde atletismo y levantamiento de pesas hasta deportes de baile y bridge - atrajeron más participantes y amigos que espectadores externos.
Sin embargo, para Mark Tewksbury no importó que la entrada a la piscina olímpica tuviera muy poco de la grandiosidad que vio en Barcelona 1992.
Saliendo a flote
El canadiense, quien también ganó el oro en los 100 metros espalda de Montreal, documentó su doloroso proceso para reconocer su sexualidad en el libro "Inside Out".
Los Juegos Olímpicos nos piden ser mejores atletas", señaló. "Los Outgames nos piden ser mejores personas".
Proveniente de Toronto, donde entrena con el ex campeón olímpico Donovan Bailey, el velocista André Mitchell ganó cinco medallas de oro y una de plata.
Mientras tanto, el tiempo de 39,92 segundos empleado por el estadounidense Lan Tritsch en los 100 metros planos puede haber estado muy lejos del récord mundial, pero no fue una marca mala tomando en cuenta que tiene 81 años y que ganó el oro para su grupo.
En algunas competencias se enfrentaron amantes y parejas entre sí. Fabrice, del equipo de fútbol París-Lyon Arc-en-ciel, tuvo que marcar a su novio Sebastien, quien jugó para los Diablos Rosados belgas. La victoria 7-0 del equipo francés no perjudicó su relación.
En el mismo partido el silbato sonó después de algunos roces en el área. El árbitro inglés se llevó aparte a los dos jugadores involucrados y los regañó: "Normalmente en esta situación yo digo '¿es que se gustan mutuamente?' y automáticamente los jugadores se separan. En su caso supongo que tendré que decirles que 'por lo menos esperen hasta que termine el partido".
Misión cumplida
En un hecho que se prestó a confusión, los "Outgames" son distintos de los Juegos Gay que se llevaron a cabo en Chicago el pasado mes. Originalmente este evento se iba a celebrar en Montreal, pero fue mudado de escenario después de una serie de disputas entre ambos comités organizadores.
Los competidores de los "Outgames" representaron a más de 100 países, incluyendo varios países en desarrollo gracias a un programa especial de ayuda.
No todo salió como estaba planeado, sin embargo. Las autoridades canadienses de inmigración no permitieron la entrada al país de un equipo de Camerún, país conocido por su represión hacia los homosexuales.
Para los organizadores los juegos tuvieron el objetivo de buscar más tolerancia en el deporte para permitir que atletas gays y lesbianas puedan competir abiertamente, libres de discriminación y exclusión.
Martina Navratilova dijo que los "Outgames" eran importantes para "hacerle saber a la comunidad heterosexual quienes somos". En Montreal se puede decir categóricamente: "misión cumplida". Fuente: BBC Mundo
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Concluyeron en Montreal, Canadá, los primeros Juegos Mundiales "Outgames" en los que participaron 12.000 deportistas de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero para celebrar el deporte, la cultura y los derechos humanos.
Fue una fiesta más que una ceremonia de clausura. Arriba en el escenario Liza Minelli deleitó a los atletas con su interpretación de "Cabaret" y "New York, New York". Mientas las luces iluminaban el Estadio Olímpico, algunos bailaron y otros se abrazaron.
Mark Tesksbury, co presidente de los juegos y medallista de oro en las Olimpiadas de Barcelona 1992, se mostró visiblemente emocionado al poner punto final a la cita. "Aquí no somos ciudadanos de segunda clase", dijo.
El sábado previo se vivieron escenas similares cuando cerca de 40.000 espectadores recibieron a los competidores en el mismo escenario en la ceremonia inaugural. La leyenda del tenis Martina Navratilova fue recibida con una ovación cuando acompaño a Tewksbury en la lectura de los derechos humanos de la comunidad LGBT: lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Montreal no había sido testigo de un evento de esta magnitud desde que la ciudad fue sede de los Juegos Olímpicos hace treinta años.
La calle St Catherine, en el corazón del municipio donde está la "villa", fue un festival continuo. Varias empresas dieron su apoyo con avisos publicitarios. Enormes banderas de arco iris colgaban de los balcones. Los medallistas recibían las felicitaciones de los usuarios del metro.
Como suele suceder en torneos aficionados, las competencias - que incluyeron desde atletismo y levantamiento de pesas hasta deportes de baile y bridge - atrajeron más participantes y amigos que espectadores externos.
Sin embargo, para Mark Tewksbury no importó que la entrada a la piscina olímpica tuviera muy poco de la grandiosidad que vio en Barcelona 1992.
Saliendo a flote
El canadiense, quien también ganó el oro en los 100 metros espalda de Montreal, documentó su doloroso proceso para reconocer su sexualidad en el libro "Inside Out".
Los Juegos Olímpicos nos piden ser mejores atletas", señaló. "Los Outgames nos piden ser mejores personas".
Proveniente de Toronto, donde entrena con el ex campeón olímpico Donovan Bailey, el velocista André Mitchell ganó cinco medallas de oro y una de plata.
Mientras tanto, el tiempo de 39,92 segundos empleado por el estadounidense Lan Tritsch en los 100 metros planos puede haber estado muy lejos del récord mundial, pero no fue una marca mala tomando en cuenta que tiene 81 años y que ganó el oro para su grupo.
En algunas competencias se enfrentaron amantes y parejas entre sí. Fabrice, del equipo de fútbol París-Lyon Arc-en-ciel, tuvo que marcar a su novio Sebastien, quien jugó para los Diablos Rosados belgas. La victoria 7-0 del equipo francés no perjudicó su relación.
En el mismo partido el silbato sonó después de algunos roces en el área. El árbitro inglés se llevó aparte a los dos jugadores involucrados y los regañó: "Normalmente en esta situación yo digo '¿es que se gustan mutuamente?' y automáticamente los jugadores se separan. En su caso supongo que tendré que decirles que 'por lo menos esperen hasta que termine el partido".
Misión cumplida
En un hecho que se prestó a confusión, los "Outgames" son distintos de los Juegos Gay que se llevaron a cabo en Chicago el pasado mes. Originalmente este evento se iba a celebrar en Montreal, pero fue mudado de escenario después de una serie de disputas entre ambos comités organizadores.
Los competidores de los "Outgames" representaron a más de 100 países, incluyendo varios países en desarrollo gracias a un programa especial de ayuda.
No todo salió como estaba planeado, sin embargo. Las autoridades canadienses de inmigración no permitieron la entrada al país de un equipo de Camerún, país conocido por su represión hacia los homosexuales.
Para los organizadores los juegos tuvieron el objetivo de buscar más tolerancia en el deporte para permitir que atletas gays y lesbianas puedan competir abiertamente, libres de discriminación y exclusión.
Martina Navratilova dijo que los "Outgames" eran importantes para "hacerle saber a la comunidad heterosexual quienes somos". En Montreal se puede decir categóricamente: "misión cumplida". Fuente: BBC Mundo
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