Monday, September 11, 2006
Soledad y angustia en el inicio sexual gay
La soledad, la culpa, la angustia y la condena social y familiar son algunas de las dificultades por las que atraviesan los jóvenes que se inician sexualmente con otra persona del mismo sexo, según distintos especialistas.
"En la homosexualidad estamos hablando de un proceso solitario, culposo y vivenciado generalmente como vergonzante", explicó a Télam el psicoanalista Jorge Garaventa, especializado en temáticas sexuales.
Según Garaventa, este debut sexual es más complejo que la primera relación entre jóvenes heterosexuales, debido al rechazo y condena social y cultural que aún pervive y a la dificultad interna que tienen algunos personas para asumir la identidad homosexual.
En este marco, el psicoanalista destacó que "más que hablar de la iniciación homosexual, debemos referirnos a las formas que obliga la discriminación social a que el homosexual ejerza su sexualidad ya desde sus inicios".
A partir de esta premisa, señaló que la iniciación sexual en la persona homosexual "se supone doblemente traumática, habida cuenta que es precedida de una asunción de la identidad homosexual, que implica la aceptación, condenada socialmente, de que su deseo se dirige a alguien de su mismo sexo".
El modelo tradicional heterosexual, legitimado en la sociedad, deja en la absoluta soledad y vulnerabilidad a quien desea a alguien de su mismo sexo, sobre todo en la adolescencia, cuando todo es más difícil, para luego condenarlo a través de la humillación y discriminación.
Esta situación lleva a que haya gente que, por no sentirse rechazada, oculte o reprima su deseo sexual.
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La soledad, la culpa, la angustia y la condena social y familiar son algunas de las dificultades por las que atraviesan los jóvenes que se inician sexualmente con otra persona del mismo sexo, según distintos especialistas.
"En la homosexualidad estamos hablando de un proceso solitario, culposo y vivenciado generalmente como vergonzante", explicó a Télam el psicoanalista Jorge Garaventa, especializado en temáticas sexuales.
Según Garaventa, este debut sexual es más complejo que la primera relación entre jóvenes heterosexuales, debido al rechazo y condena social y cultural que aún pervive y a la dificultad interna que tienen algunos personas para asumir la identidad homosexual.
En este marco, el psicoanalista destacó que "más que hablar de la iniciación homosexual, debemos referirnos a las formas que obliga la discriminación social a que el homosexual ejerza su sexualidad ya desde sus inicios".
A partir de esta premisa, señaló que la iniciación sexual en la persona homosexual "se supone doblemente traumática, habida cuenta que es precedida de una asunción de la identidad homosexual, que implica la aceptación, condenada socialmente, de que su deseo se dirige a alguien de su mismo sexo".
El modelo tradicional heterosexual, legitimado en la sociedad, deja en la absoluta soledad y vulnerabilidad a quien desea a alguien de su mismo sexo, sobre todo en la adolescencia, cuando todo es más difícil, para luego condenarlo a través de la humillación y discriminación.
Esta situación lleva a que haya gente que, por no sentirse rechazada, oculte o reprima su deseo sexual.
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