Monday, November 20, 2006
Zeffirelli-Visconti, “un amor roto, atormentado, pero nunca apagado”
El director de cine Franco Zeffirelli, de 83 años,desvela que vivió un gran amor con Luchino Visconti, entre otras confidencias, en su “Autobiografía”, un libro que saldrá a la venta próximamente y del que ayer publicaba un resumen “Il Corriere della Sera”. El cineasta italiano cuenta que hasta hace sólo unos diez años no reconoció públicamente su sexualidad. «Soy homosexual, pero no gay, una palabra que odio, es ofensiva y obscena», afirma en el libro. Sobre su relación con Visconti, desvela que tras buscar a Luchino una actriz que encajara con un determinado papel, el joven Zeffirelli entabló una gran amistad con el director. Fue el comienzo de una colaboración y de un amor “atormentado, roto, pero nunca apagado”. “Para mí Luchino era el modelo de todo lo importante”, cuenta Zeffirelli, que recuerda que la gran Anna Magnani le dijo en una ocasión que Visconti era “una serpiente” y que él “naturalmente” no le creyó. Visconti relata en la obra que le cortejó, mimó y vivieron juntos, pero ello no impidió que cuando en una ocasión le robaron en casa, denunciara a todo el personal que trabajaba allí, incluido Zeffirelli, una “bofetada” que todavía le duele.
También se refiere a su amor por María Callas, la única mujer de la que estuvo enamorado. Cuando la soprano se enamoró de Onassis y abandonó la escena, Zeffirelli narra que fue a la isla de Skorpios, propiedad “de aquel horrible Onassis”, para convencerla de que volviera. Onassis, asegura, se le insinuó.
Al referir su amistad con Coco Chanel, cuenta que la modista le regaló doce diseños de Matisse que él pensó que eran copias y después supo que eran originales. “Me salvaron en los periodos de vacas flacas”, confesó el cineasta, que vuelve a La Scala en diciembre con una nueva “Aida”. Fuente:ABC.es
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El director de cine Franco Zeffirelli, de 83 años,desvela que vivió un gran amor con Luchino Visconti, entre otras confidencias, en su “Autobiografía”, un libro que saldrá a la venta próximamente y del que ayer publicaba un resumen “Il Corriere della Sera”. El cineasta italiano cuenta que hasta hace sólo unos diez años no reconoció públicamente su sexualidad. «Soy homosexual, pero no gay, una palabra que odio, es ofensiva y obscena», afirma en el libro. Sobre su relación con Visconti, desvela que tras buscar a Luchino una actriz que encajara con un determinado papel, el joven Zeffirelli entabló una gran amistad con el director. Fue el comienzo de una colaboración y de un amor “atormentado, roto, pero nunca apagado”. “Para mí Luchino era el modelo de todo lo importante”, cuenta Zeffirelli, que recuerda que la gran Anna Magnani le dijo en una ocasión que Visconti era “una serpiente” y que él “naturalmente” no le creyó. Visconti relata en la obra que le cortejó, mimó y vivieron juntos, pero ello no impidió que cuando en una ocasión le robaron en casa, denunciara a todo el personal que trabajaba allí, incluido Zeffirelli, una “bofetada” que todavía le duele.
También se refiere a su amor por María Callas, la única mujer de la que estuvo enamorado. Cuando la soprano se enamoró de Onassis y abandonó la escena, Zeffirelli narra que fue a la isla de Skorpios, propiedad “de aquel horrible Onassis”, para convencerla de que volviera. Onassis, asegura, se le insinuó.
Al referir su amistad con Coco Chanel, cuenta que la modista le regaló doce diseños de Matisse que él pensó que eran copias y después supo que eran originales. “Me salvaron en los periodos de vacas flacas”, confesó el cineasta, que vuelve a La Scala en diciembre con una nueva “Aida”. Fuente:ABC.es
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