Sunday, December 03, 2006
ALLEN GINSBERG
El poeta alternativo
Imaginen a Walt Whitman vestido de hippy, barrigón como un Buda, con gafas de sol, pinta de predicador y recitando poemas obscenos. El resultado aproximado pudiera ser Allen Ginsberg, un personaje excesivo, que participó activamente en los grupos contrarios a la guerra de Vietnam, y en el Movimiento por los Derechos Civiles, que reivindicaba el consumo de drogas, reconocía abiertamente su homosexualidad y fue arrestado en varias ocasiones. La comparación no es gratuita. Whitman fue su maestro en cuanto a temática y técnica, y en varios poemas, Ginsberg se refiere a él como su "amado padre". Los dos escribían poesía narrativa y usaban el verso libre, de apariencia espontánea. Ginsberg, que era capaz de producir largos poemas enumerativos, colocado de peyote, en una sola noche y sin apenas correcciones posteriores, se convirtió, en la década de los cincuenta, en un personaje muy mediático, que trascendió el ámbito literario para transformarse en un "airado mesías urbano". Sus intervenciones en radio y televisión fueron siempre controvertidas, y sus recitales, verdaderas performances, en las que Ginsberg, apasionado y casi siempre pasadísimo, tan pronto cantaba sus versos como le daba por llorar.
El 7 de octubre de 1955, en una galería de arte del San Francisco más underground, y con sus amigos Lawrence Ferlinghetti y Jack Kerouac entre el público, Ginsberg soltó un 'Aullido' de versos crudos, explícitamente sexuales, y alejados de los estándares y el decoro académicos. Algunos críticos calificaron aquella noche como la del renacimiento poético de la ciudad. El título completo es 'Aullido por Carl Salomon', en homenaje a un demente internado en el mismo psiquiátrico en el que Ginsberg visitaba a su madre. "He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas, / arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo...". Desde el comienzo nos sorprende lo poco convencional de sus líneas, escritas con lenguaje vernáculo (corriente) y en las que el ritmo y las pausas se adaptan a la respiración del lector, un estilo 'inventado' por Whitman y que marcaría la poesía contemporánea.
Ginsberg supo ver la importancia que la música popular tuvo en una época marcada por la desilusión política, las drogas y el amor libre. A finales de los 60 pasó temporadas en Inglaterra, conoció a los Beatles, con quienes mantuvo una relación intermitente, y fue la estrella invitada en las movilizaciones a favor de la legalización de la marihuana, que tuvieron lugar en Hyde Park. Ginsberg arengaba a los presentes con un micro y un amplificador, lo que está absolutamente prohibido en los parques ingleses. Cuando la Policía llegó para confiscarle el material de megafonía, él les ofreció una flor con una mano, les tendió el micro que llevaba en la otra, y continuó su discurso, ya sin micrófono.
Influencias
De quien sí se hizo muy amigo fue de Bob Dylan. Con él compartió escenarios y kilómetros en la gira 'Rolling Thunder Revue Tour', de 1975. También participó en conciertos de grupos míticos, como los Fugs o Jefferson Airplane. Su poesía ha influido decisivamente en músicos como Jim Morrison o Lou Reed. Con Mick Jagger no colaboró en absoluto, pero sí que era el encargado de pasarle los ácidos, que el líder de los Stones iba a buscar con chofer.El término 'beat', que no sólo remite a una generación poética y americana sino que caracterizaría el modo de vida de un montón de jóvenes en todo el mundo, fue acuñado por Kerouac, y juega con las palabras 'beaten' (derrotado, vencido) y 'beatific' (beatífico). Los beats eran románticos, inconformistas e ingenuos. Querían cambiar el mundo, odiaban el estilo de vida americano y tuvieron experiencias casi místicas gracias al LSD. Los miembros principales del movimiento fueron Kerouac ('En el camino'), Burroughs ('El almuerzo desnudo') y el propio Ginsberg ('Aullido'). Fuente: Pablo Martínez Zarracina en El Correo Digital
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El poeta alternativo
Imaginen a Walt Whitman vestido de hippy, barrigón como un Buda, con gafas de sol, pinta de predicador y recitando poemas obscenos. El resultado aproximado pudiera ser Allen Ginsberg, un personaje excesivo, que participó activamente en los grupos contrarios a la guerra de Vietnam, y en el Movimiento por los Derechos Civiles, que reivindicaba el consumo de drogas, reconocía abiertamente su homosexualidad y fue arrestado en varias ocasiones. La comparación no es gratuita. Whitman fue su maestro en cuanto a temática y técnica, y en varios poemas, Ginsberg se refiere a él como su "amado padre". Los dos escribían poesía narrativa y usaban el verso libre, de apariencia espontánea. Ginsberg, que era capaz de producir largos poemas enumerativos, colocado de peyote, en una sola noche y sin apenas correcciones posteriores, se convirtió, en la década de los cincuenta, en un personaje muy mediático, que trascendió el ámbito literario para transformarse en un "airado mesías urbano". Sus intervenciones en radio y televisión fueron siempre controvertidas, y sus recitales, verdaderas performances, en las que Ginsberg, apasionado y casi siempre pasadísimo, tan pronto cantaba sus versos como le daba por llorar.
El 7 de octubre de 1955, en una galería de arte del San Francisco más underground, y con sus amigos Lawrence Ferlinghetti y Jack Kerouac entre el público, Ginsberg soltó un 'Aullido' de versos crudos, explícitamente sexuales, y alejados de los estándares y el decoro académicos. Algunos críticos calificaron aquella noche como la del renacimiento poético de la ciudad. El título completo es 'Aullido por Carl Salomon', en homenaje a un demente internado en el mismo psiquiátrico en el que Ginsberg visitaba a su madre. "He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas, / arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo...". Desde el comienzo nos sorprende lo poco convencional de sus líneas, escritas con lenguaje vernáculo (corriente) y en las que el ritmo y las pausas se adaptan a la respiración del lector, un estilo 'inventado' por Whitman y que marcaría la poesía contemporánea.
Ginsberg supo ver la importancia que la música popular tuvo en una época marcada por la desilusión política, las drogas y el amor libre. A finales de los 60 pasó temporadas en Inglaterra, conoció a los Beatles, con quienes mantuvo una relación intermitente, y fue la estrella invitada en las movilizaciones a favor de la legalización de la marihuana, que tuvieron lugar en Hyde Park. Ginsberg arengaba a los presentes con un micro y un amplificador, lo que está absolutamente prohibido en los parques ingleses. Cuando la Policía llegó para confiscarle el material de megafonía, él les ofreció una flor con una mano, les tendió el micro que llevaba en la otra, y continuó su discurso, ya sin micrófono.
Influencias
De quien sí se hizo muy amigo fue de Bob Dylan. Con él compartió escenarios y kilómetros en la gira 'Rolling Thunder Revue Tour', de 1975. También participó en conciertos de grupos míticos, como los Fugs o Jefferson Airplane. Su poesía ha influido decisivamente en músicos como Jim Morrison o Lou Reed. Con Mick Jagger no colaboró en absoluto, pero sí que era el encargado de pasarle los ácidos, que el líder de los Stones iba a buscar con chofer.El término 'beat', que no sólo remite a una generación poética y americana sino que caracterizaría el modo de vida de un montón de jóvenes en todo el mundo, fue acuñado por Kerouac, y juega con las palabras 'beaten' (derrotado, vencido) y 'beatific' (beatífico). Los beats eran románticos, inconformistas e ingenuos. Querían cambiar el mundo, odiaban el estilo de vida americano y tuvieron experiencias casi místicas gracias al LSD. Los miembros principales del movimiento fueron Kerouac ('En el camino'), Burroughs ('El almuerzo desnudo') y el propio Ginsberg ('Aullido'). Fuente: Pablo Martínez Zarracina en El Correo Digital
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