Saturday, January 20, 2007
Polémica surgida entre los intelectuales cubanos
Mariela, hija de Raúl Castro, presidente en funciones de Cuba desde julio pasado, ha entrado de lleno en la polémica surgida entre los intelectuales cubanos sobre las purgas de la década de los 70, considerada una de las épocas más negras para la cultura de la isla.
"Evidentemente las experiencias del pasado no fueron suficientemente esclarecidas, ni oportunamente normadas y eso es lo que me preocupa", señala una carta de Mariela Castro dirigida al escritor Reynaldo González, que sufrió en carne propia la caza de brujas de los 70 por su homosexualidad y fue uno de los principales impulsores de este debate.
La polémica surgió la pasada semana, cuando un grupo de reconocidos intelectuales se movilizaron en protesta por la aparición en la televisión local -controlada por el Gobierno- de viejos censores de la década de los 70, como Luis Pavón Tamayo, ex presidente del Consejo Nacional de Cultura (CNC) entre 1971 y 1976.
Pavón es recordado como uno de los ejecutores de la "caza de brujas" contra decenas de intelectuales y artistas por su homosexualidad, su supuesta falta de compromiso con la revolución o su "desviacionismo ideológico".
Las protestas se extendieron con rapidez a través de internet y obligaron al ministro de Cultura, Abel Prieto, y altos funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) a intervenir para calmar los ánimos.
"No soy artista ni escritora, pero como cubana identificada con un proyecto social revolucionario que pretende conquistar toda la justicia me siento conmovida con estos comentarios y el temor a que se diluyan momentos de la historia, que aunque nos duelan y avergüencen, deberían analizarse profundamente para evitar que se repitan", apunta en su carta Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
A su juicio, la reacción provocada por la reaparición de estos funcionarios en la televisión local es sólo "la punta del iceberg" y "responde a malestares más profundos que aún no tienen el respaldo necesario de nuestra sociedad, expresado en sus políticas".
El secretariado de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) intentó cerrar el conflicto con la difusión de una declaración en la que se sumaba a la "indignación" de los intelectuales, pero advertía también que la política cultural revolucionaria es "irreversible".
"La política cultural martiana, antidogmática, creadora y participativa, de Fidel y Raúl, fundada con 'Palabras a los intelectuales', es irreversible", afirmaba la declaración de la UNEAC, publicada el jueves por "Granma", órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
En el discurso "Palabras a los intelectuales", pronunciado en junio de 1961 en La Habana, Fidel Castro -alejado del poder desde el 31 de julio del pasado año por una enfermedad declarada secreto de Estado- definió los límites de la política cultural revolucionaria con contundencia: "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada".
Fuente-univision
Mariela, hija de Raúl Castro, presidente en funciones de Cuba desde julio pasado, ha entrado de lleno en la polémica surgida entre los intelectuales cubanos sobre las purgas de la década de los 70, considerada una de las épocas más negras para la cultura de la isla.
"Evidentemente las experiencias del pasado no fueron suficientemente esclarecidas, ni oportunamente normadas y eso es lo que me preocupa", señala una carta de Mariela Castro dirigida al escritor Reynaldo González, que sufrió en carne propia la caza de brujas de los 70 por su homosexualidad y fue uno de los principales impulsores de este debate.
La polémica surgió la pasada semana, cuando un grupo de reconocidos intelectuales se movilizaron en protesta por la aparición en la televisión local -controlada por el Gobierno- de viejos censores de la década de los 70, como Luis Pavón Tamayo, ex presidente del Consejo Nacional de Cultura (CNC) entre 1971 y 1976.
Pavón es recordado como uno de los ejecutores de la "caza de brujas" contra decenas de intelectuales y artistas por su homosexualidad, su supuesta falta de compromiso con la revolución o su "desviacionismo ideológico".
Las protestas se extendieron con rapidez a través de internet y obligaron al ministro de Cultura, Abel Prieto, y altos funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) a intervenir para calmar los ánimos.
"No soy artista ni escritora, pero como cubana identificada con un proyecto social revolucionario que pretende conquistar toda la justicia me siento conmovida con estos comentarios y el temor a que se diluyan momentos de la historia, que aunque nos duelan y avergüencen, deberían analizarse profundamente para evitar que se repitan", apunta en su carta Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
A su juicio, la reacción provocada por la reaparición de estos funcionarios en la televisión local es sólo "la punta del iceberg" y "responde a malestares más profundos que aún no tienen el respaldo necesario de nuestra sociedad, expresado en sus políticas".
El secretariado de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) intentó cerrar el conflicto con la difusión de una declaración en la que se sumaba a la "indignación" de los intelectuales, pero advertía también que la política cultural revolucionaria es "irreversible".
"La política cultural martiana, antidogmática, creadora y participativa, de Fidel y Raúl, fundada con 'Palabras a los intelectuales', es irreversible", afirmaba la declaración de la UNEAC, publicada el jueves por "Granma", órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
En el discurso "Palabras a los intelectuales", pronunciado en junio de 1961 en La Habana, Fidel Castro -alejado del poder desde el 31 de julio del pasado año por una enfermedad declarada secreto de Estado- definió los límites de la política cultural revolucionaria con contundencia: "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada".
Fuente-univision