Sunday, March 18, 2007
En Texas reza la iglesia gay más grande del mundo
La misa es similar a la del rito católico, pero durante la cermonia se puede ver a mujeres comulgar tomadas de la mano, o a un hombre, que durante el evangelio, acaricia la oreja de su compañero.
Una lesbiana se para bajo la gran cruz del templo, sonríe y saluda en el nombre de Dios.
Su nombre es Jo Hudson y domingo tras domingo dirige a un grupo de más de 1.500 personas que asisten a Cathedral of Hope (Catedral de la Esperanza), conocida como la iglesia para gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero más grande del mundo.
Desde los cantos del inicio de la ceremonia, pasando por la lectura del evangelio, el sermón, la comunión y los anuncios comunitarios, se trata de una celebración religiosa similar a la del rito católico y a la de las iglesias cristianas.
La diferencia más notable son las expresiones homosexuales, que son asumidas con toda normalidad y nadie se escandaliza.
"Nuestra iglesia predica un mensaje de inclusión. Le recordamos a toda la gente, se trate de gays, lesbianas o heterosexuales, que Dios nos ama a todos. No importa de qué color seamos ni cuál sea nuestra preferencia sexual, Dios nos ama de la misma forma", explica la reverenda Hudson, una mujer que entendió que era lesbiana mientras se preparaba para convertirse en pastora de una iglesia cristiana de corte conservador.
Antes teníamos que ocultarnos
Cathedral of Hope se originó en 1970 en Dallas, en una de las regiones más conservadoras de Estados Unidos. Hasta hace poco más de dos años, el estado de Texas tenía una ley que prohibía las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo.
En los inicios de la iglesia, se reunían apenas una docena de personas y nadie se atrevía a usar su nombre completo. Bruce Erhardt, uno de los primeros fieles de la congregación, recuerda que en esa época él simplemente era conocido como 'B.', y se reunía con 'J.' o 'L.', pues vivían con temor por la homofobia imperante. "Prácticamente teníamos que ocultarnos -recuerda-. La sociedad no estaba lista para admitir nuestro derecho a ser religiosos sin mentir sobre nuestra sexualidad".
Aunque casi 37 años después las cosas han cambiado, Hudson cree que todavía hay grandes dificultades. "Persisten grandes sectores de la sociedad que consideran que lo que hacemos en esta iglesia es pecado o una abominación. No encuentro nada abominable en un grupo de seres humanos que se reúnen para celebrar que son hijos de Dios", sostiene.
Colombiano escribe sermones
Gran parte de los argumentos religiosos defendidos por Cathedral of Hope se basan en estudios bíblicos y escritos del reverendo Michael Piazza, padre de dos hijos que "salió del clóset" en su madurez y es ahora decano de la iglesia. Según Piazza, la Biblia no condena en ningún pasaje el ser gay o lesbiana y Jesús nunca dedicó una sola palabra al tema.
Lo secunda el reverendo Rusty Baldridge, también homosexual y padre de dos hijos, y líder del servicio religioso para gays hispanos. "Seguimos las enseñanzas de Dios y por supuesto aconsejamos evitar la promiscuidad y ser fieles. Los gays nunca fueron condenados por Dios", afirma.
En este punto surge el nombre de Luis Fernando Moreno, colombiano de 37 años que vive en Dallas desde hace casi siete y asiste con regularidad.
Antes de llegar a E.U., Moreno, criado en una familia que se considera católica, no era practicante y ni siquiera había sido bautizado.
Ahora, muy convencido de su fe y de su homosexualidad, participa activamente en el servicio en español e incluso escribe sermones. Con esta experiencia cuenta que ha visto las cicatrices del complejo de culpa.
"Sobre todo entre gays católicos es tremendo -dice-. Conozco cantidades de gays que rechazan esta iglesia. Que exista ya les parece pecado. Incluso, entre gente que asiste, conocí a alguien que me dijo que, a pesar de ir, él sabía que iba a terminar en el infierno".
Por JORGE GÓMEZ en EL TIEMPO
Imagen: Philip Jonhson - Modelo
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La misa es similar a la del rito católico, pero durante la cermonia se puede ver a mujeres comulgar tomadas de la mano, o a un hombre, que durante el evangelio, acaricia la oreja de su compañero.
Una lesbiana se para bajo la gran cruz del templo, sonríe y saluda en el nombre de Dios.
Su nombre es Jo Hudson y domingo tras domingo dirige a un grupo de más de 1.500 personas que asisten a Cathedral of Hope (Catedral de la Esperanza), conocida como la iglesia para gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero más grande del mundo.
Desde los cantos del inicio de la ceremonia, pasando por la lectura del evangelio, el sermón, la comunión y los anuncios comunitarios, se trata de una celebración religiosa similar a la del rito católico y a la de las iglesias cristianas.
La diferencia más notable son las expresiones homosexuales, que son asumidas con toda normalidad y nadie se escandaliza.
"Nuestra iglesia predica un mensaje de inclusión. Le recordamos a toda la gente, se trate de gays, lesbianas o heterosexuales, que Dios nos ama a todos. No importa de qué color seamos ni cuál sea nuestra preferencia sexual, Dios nos ama de la misma forma", explica la reverenda Hudson, una mujer que entendió que era lesbiana mientras se preparaba para convertirse en pastora de una iglesia cristiana de corte conservador.
Antes teníamos que ocultarnos
Cathedral of Hope se originó en 1970 en Dallas, en una de las regiones más conservadoras de Estados Unidos. Hasta hace poco más de dos años, el estado de Texas tenía una ley que prohibía las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo.
En los inicios de la iglesia, se reunían apenas una docena de personas y nadie se atrevía a usar su nombre completo. Bruce Erhardt, uno de los primeros fieles de la congregación, recuerda que en esa época él simplemente era conocido como 'B.', y se reunía con 'J.' o 'L.', pues vivían con temor por la homofobia imperante. "Prácticamente teníamos que ocultarnos -recuerda-. La sociedad no estaba lista para admitir nuestro derecho a ser religiosos sin mentir sobre nuestra sexualidad".
Aunque casi 37 años después las cosas han cambiado, Hudson cree que todavía hay grandes dificultades. "Persisten grandes sectores de la sociedad que consideran que lo que hacemos en esta iglesia es pecado o una abominación. No encuentro nada abominable en un grupo de seres humanos que se reúnen para celebrar que son hijos de Dios", sostiene.
Colombiano escribe sermones
Gran parte de los argumentos religiosos defendidos por Cathedral of Hope se basan en estudios bíblicos y escritos del reverendo Michael Piazza, padre de dos hijos que "salió del clóset" en su madurez y es ahora decano de la iglesia. Según Piazza, la Biblia no condena en ningún pasaje el ser gay o lesbiana y Jesús nunca dedicó una sola palabra al tema.
Lo secunda el reverendo Rusty Baldridge, también homosexual y padre de dos hijos, y líder del servicio religioso para gays hispanos. "Seguimos las enseñanzas de Dios y por supuesto aconsejamos evitar la promiscuidad y ser fieles. Los gays nunca fueron condenados por Dios", afirma.
En este punto surge el nombre de Luis Fernando Moreno, colombiano de 37 años que vive en Dallas desde hace casi siete y asiste con regularidad.
Antes de llegar a E.U., Moreno, criado en una familia que se considera católica, no era practicante y ni siquiera había sido bautizado.
Ahora, muy convencido de su fe y de su homosexualidad, participa activamente en el servicio en español e incluso escribe sermones. Con esta experiencia cuenta que ha visto las cicatrices del complejo de culpa.
"Sobre todo entre gays católicos es tremendo -dice-. Conozco cantidades de gays que rechazan esta iglesia. Que exista ya les parece pecado. Incluso, entre gente que asiste, conocí a alguien que me dijo que, a pesar de ir, él sabía que iba a terminar en el infierno".
Por JORGE GÓMEZ en EL TIEMPO
Imagen: Philip Jonhson - Modelo
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