Monday, January 21, 2008
Alejandra Pizarnik censurada
Cambió el lenguaje
Pero no sólo están censurados sus textos más íntimos. De su diario también se ha cortado su parte más sentimental y emotiva. La que entronca con la pérdida de su familia en el Holocausto nazi. "En Pizarnik late la misma pregunta que tienen todos los supervivientes de aquella tragedia: ¿por qué ellos y no yo? Eso le supuso una continua autoflagelación, que, por supuesto, volcó en su obra", subraya Venti.
Para esta experta, el recorte y manipulación de Pizarnik se ha debido a criterios no filológicos, ya que, fuera de circunstancias vitales, "fue una escritora que cambió el lenguaje". "Su experimentación era constante, sus frases eran precisas y certeras. Manejaba el simbolismo como nadie lo había hecho desde Rimbaud, y es una de las precursoras de la literatura gay", señala Venti.
Una de las mayores revolucionarias de las letras en español durante el siglo XX, Alejandra Pizarnik (1936-1972) permanece en el limbo. Mutilada. Cortada. Su diario, editado por Lumen en 2002, no está completo. Y la mayoría de sus ensayos y manuscritos permanecen en la caja fuerte del archivo de la Universidad de Princeton.
La experta en la obra de Pizarnik, Patricia Venti, quien, por otra parte, acaba de editar toda la bibliografía -también la inédita, por lo que ya conocemos el volumen completo de toda su creación-, cuenta la situación actual de la obra de la poeta.
Y da detalles: "De Pizarnik existen dos caras. Una es la más conocida, que es su poesía deslumbrante, con sus versos perfectos y precisos que beben de Rimbaud, el simbolismo y el surrealismo. Y luego está la parte más desconocida y que sigue aún censurada, que son sus ensayos y manuscritos", resume Venti.
¿Y cuál es la causa de la censura? Para la experta existe en este tema cierta mojigatería. "Es verdad que sus textos son muy obscenos, muy cercanos a la pornografía, muy transgresores y muy al hilo de la literatura gay que se estaba haciendo en EEUU en los años 60", confiesa Venti. Sin embargo, añade, "precisamente en los manuscritos en prosa es donde la poeta más constató su frustración vital que la llevaría, a la postre, a suicidarse a los 36 años". De forma directa: la pretensión de Pizarnik en estos textos era irritar y manifestar su sexualidad reprimida. Buscaba la transgresión. En la actualidad sólo existen dos textos procedentes de esta fuente: Hilda la Polígrafa y La historia de Tío Jacinto.
La experta en la obra de Pizarnik, Patricia Venti, quien, por otra parte, acaba de editar toda la bibliografía -también la inédita, por lo que ya conocemos el volumen completo de toda su creación-, cuenta la situación actual de la obra de la poeta.
Y da detalles: "De Pizarnik existen dos caras. Una es la más conocida, que es su poesía deslumbrante, con sus versos perfectos y precisos que beben de Rimbaud, el simbolismo y el surrealismo. Y luego está la parte más desconocida y que sigue aún censurada, que son sus ensayos y manuscritos", resume Venti.
¿Y cuál es la causa de la censura? Para la experta existe en este tema cierta mojigatería. "Es verdad que sus textos son muy obscenos, muy cercanos a la pornografía, muy transgresores y muy al hilo de la literatura gay que se estaba haciendo en EEUU en los años 60", confiesa Venti. Sin embargo, añade, "precisamente en los manuscritos en prosa es donde la poeta más constató su frustración vital que la llevaría, a la postre, a suicidarse a los 36 años". De forma directa: la pretensión de Pizarnik en estos textos era irritar y manifestar su sexualidad reprimida. Buscaba la transgresión. En la actualidad sólo existen dos textos procedentes de esta fuente: Hilda la Polígrafa y La historia de Tío Jacinto.
Cambió el lenguaje
Pero no sólo están censurados sus textos más íntimos. De su diario también se ha cortado su parte más sentimental y emotiva. La que entronca con la pérdida de su familia en el Holocausto nazi. "En Pizarnik late la misma pregunta que tienen todos los supervivientes de aquella tragedia: ¿por qué ellos y no yo? Eso le supuso una continua autoflagelación, que, por supuesto, volcó en su obra", subraya Venti.
Para esta experta, el recorte y manipulación de Pizarnik se ha debido a criterios no filológicos, ya que, fuera de circunstancias vitales, "fue una escritora que cambió el lenguaje". "Su experimentación era constante, sus frases eran precisas y certeras. Manejaba el simbolismo como nadie lo había hecho desde Rimbaud, y es una de las precursoras de la literatura gay", señala Venti.
Todo eso hizo que influyera en autoras posteriores, como Ana Bellesi o Silvia Monroy. Y en general, en la literatura descarnada que surgió en los años 80. Pero ella ya lo había hecho dos décadas antes. Fuente: Público