Tuesday, February 05, 2008
K.D. Lang
Cuando uno escucha su estupendo nuevo disco, 'Watershed', puede que de repente se pregunte qué le ocurrió a K.D. Lang después de que el estrellato la atropellara en los años 90. Ella se muestra filosófica sobre aquella alocada época y no lamenta haberse vendido como la chica de póster lesbiana, cuando apareció en 1993 en la icónica portada de la revista 'Vanity Fair' dejándose afeitar por la modelo Cindy Crawford.
Incluso se muestra orgullosa de la descarada respuesta que dio a un periodista que le preguntó qué le pasaba por la cabeza en aquellos momentos: "Pues supongo que lo que habría pasado por la tuya en esa situación".
Asegura haber disfrutado de su flirteo con Madonna y de haberse nombrado a sí misma más tarde como embajadora pop de la comunidad gay. La frase que Madge hizo famosa sobre Lang ("Elvis está vivo, y es preciosa") le hizo mucha gracia. Al igual que ocurrió con los infundados rumores que aseguraban que mantenía un romance con Martina Navratilova.
Le encantaba que la invitasen a los desfiles de moda, a las fiestas en Bel Air y a todos los saraos que se multiplicaron repentinamente con su inclusión en la lista de los más famosos de Los Ángeles. Al menos, por un tiempo. "Fue fabuloso. Me vi absorbida y pensé que a toda aquella gente le caía genial, cuando en realidad lo único que buscaban era compartir el aura de mi éxito, participar de esa energía. Finalmente me di cuenta de lo superficial y temporal que era todo".
'Lesbian anti chic'
Aunque hace 16 años que Lang reside en las colinas de Hollywood (en la actualidad vive en una cabaña de piedra y madera al final de Mulholland Drive, nido de amor del actor Rock Hudson y su amante Tab Hunter), guarda un perfil mucho más relajado.
Incluso se muestra orgullosa de la descarada respuesta que dio a un periodista que le preguntó qué le pasaba por la cabeza en aquellos momentos: "Pues supongo que lo que habría pasado por la tuya en esa situación".
Asegura haber disfrutado de su flirteo con Madonna y de haberse nombrado a sí misma más tarde como embajadora pop de la comunidad gay. La frase que Madge hizo famosa sobre Lang ("Elvis está vivo, y es preciosa") le hizo mucha gracia. Al igual que ocurrió con los infundados rumores que aseguraban que mantenía un romance con Martina Navratilova.
Le encantaba que la invitasen a los desfiles de moda, a las fiestas en Bel Air y a todos los saraos que se multiplicaron repentinamente con su inclusión en la lista de los más famosos de Los Ángeles. Al menos, por un tiempo. "Fue fabuloso. Me vi absorbida y pensé que a toda aquella gente le caía genial, cuando en realidad lo único que buscaban era compartir el aura de mi éxito, participar de esa energía. Finalmente me di cuenta de lo superficial y temporal que era todo".
'Lesbian anti chic'
Aunque hace 16 años que Lang reside en las colinas de Hollywood (en la actualidad vive en una cabaña de piedra y madera al final de Mulholland Drive, nido de amor del actor Rock Hudson y su amante Tab Hunter), guarda un perfil mucho más relajado.
Es una persona hogareña, que disfruta de una vida tranquila con su novia, a la que se refiere como "mi esposa" aunque legalmente no estén casadas, y sus dos perros. Tímida pero amistosa, a sus 46 años su sentido de la moda es totalmente nulo, hasta el punto de resultar descuidado.
Diez años después de que se desvaneciera el fervor de los medios de comunicación, Lang admite que se siente incómoda con la explotación del lesbianismo. "Incluso recuerdo que una amiga me dijo que deberíamos ir por ahí metiendo en el armario a la gente que actuaba como si fuese gay". La homosexualidad de la cantante canadiense, cabe decir, tenía poco de secreta.
Se lo confesó a su madre cuando tenía 17 años; todos sus amigos lo sabían, al igual que la mayoría de los admiradores de sus primeros discos de 'country', en los que aparecía en imágenes con el pelo de punta, como una mujer corpulenta vestida de vaquera, deportista y de sonrisa astuta. Pese a ello, la revelación se convirtió en una extravagante noticia, a principios de los 90.
"Había cumplido 30 años. Pensé que era lo más responsable que podía hacer por mí y por la sociedad". Lang acababa de ganar dos premios Grammy y de su álbum Ingénue se vendían millones de ejemplares.... Lea más en El Mundo
Diez años después de que se desvaneciera el fervor de los medios de comunicación, Lang admite que se siente incómoda con la explotación del lesbianismo. "Incluso recuerdo que una amiga me dijo que deberíamos ir por ahí metiendo en el armario a la gente que actuaba como si fuese gay". La homosexualidad de la cantante canadiense, cabe decir, tenía poco de secreta.
Se lo confesó a su madre cuando tenía 17 años; todos sus amigos lo sabían, al igual que la mayoría de los admiradores de sus primeros discos de 'country', en los que aparecía en imágenes con el pelo de punta, como una mujer corpulenta vestida de vaquera, deportista y de sonrisa astuta. Pese a ello, la revelación se convirtió en una extravagante noticia, a principios de los 90.
"Había cumplido 30 años. Pensé que era lo más responsable que podía hacer por mí y por la sociedad". Lang acababa de ganar dos premios Grammy y de su álbum Ingénue se vendían millones de ejemplares.... Lea más en El Mundo
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