Monday, May 12, 2008
Ilse Fulkova o la valentia de la primera lesbiana pública
En el Encuentro de Lesbianas y Bisexuales de Rosario, Argentina, se veían muchas mujeres de diversas edades por los pasillos de la "Facu" (universidad) donde se desarrollaba la actividad. Pero una mujer llamaba la atención entre todas, sobretodo, después que cientos de ellas le brindaran un sentido homenaje a quien cumplió la azaña de convertirse en la primera lesbiana pública de ese país. De eso, hace más de 15 años, en la década de los 90, cuando a Ilse la invitaron de un sinnúmero de programas de Televisión para que hablara de lesbianismo.
"No hablo sólo de lesbianismo: Soy Lesbiana" - cuenta que le dijo a una conductora de TV muy conocida allá (Mirtha Legrand). Miles de telespectadores la escucharon y la vieron. Así como una especie de Ellen Degeneres Latina, Ilse salió del closét ante millones de argentinas y argentinos. Las cartas a su casilla de cientos de lesbianas enclosetadas no se hicieron esperar. Es que era primera vez que veían a una par declarando su lesbianismo sin complejos y estaban ansiosas de un referente con la cual unirse y levantar un movimiento lésbico, hasta ese momento, que recién se iniciaba en el país vecino.
"Tuve la ocasión de decir muchas cosas, así que un montón de lesbianas se sintió identificada. Lo único que pasó fue que mi familia me pidio que no usara mi apellido paterno. Pero no tuve problemas y adopté el de mi madre, que es una checoslovaca", relata.
Pero antes de llegar a eso, Ilse tuvo una vida completamente heterosexual. Fue azafata, periodista y fotógrafa, estuvo casada con un hombre por 25 años y cuando las cosas no anduvieron bien, se divorciaron. De esa unión, nacieron 3 hijos. Ella ya simpatizaba con el feminismo, su ex marido le traía revistas de Estados Unidos y participaba en cuanto encuentro de feministas se realizara en Latinoamérica. Una la marcó de manera especial: el tercer encuentro feminista realizado en Brasil. Allí conoció a una española de la cual se enamoró perdidamente. "Desde ahí, los hombres no me interesaron nunca más", comenta. Dice que ese fue el saltó, pese a que no pasó de ser un amor platónico su gusto por la española, hicieron una gran amistad. Ella le comenzó a enviar material teórico sobre lesbianismo y su interés por el tema fue aumentando.
Uno de sus hijos vive en Berlín, donde Ilse fue a visitarlo. La libertad con la cual se vive la sexualidad en esa ciudad, sorprendieron a la octogenaria activista "las Lesbianas eran desafiantes con su pelo corto", indica. Decidida quiso que en Argentina también se diera un movimiento similar con las lesbianas. "Tenemos que tener la posibilidad de mostrarnos con orgullo", recuerda que pensó. Así nació una de las primeras publicaciones lésbicas, "Cuadernos de existencia lesbiana", mientras organizaba protestas y marchas con un incipiente movimiento LGBT que convocó a la primera marcha del Orgullo por las calles borarenses en la década de los 90.
De su familia, dice que para sus hijos no fue fácil contar con un madre lesbiana militante y encima pública, pero que hoy ya lo aceptaron y quieren mucho a su pareja Claudina.
"Me cansé de repetir lo mismo"
Ilse "se casó" simbólicamente con su pareja Claudina el año 1992. Hace poco, ambas firmaron el registro de Unión Civil que rige para la ciudad de Buenos Aires. Dice que después de 16 años, están felices. De hecho, Ilse se ve totalmente activa, practica Biodanza con un profesor chileno y cuando puede se da sus vueltas por algunas organizaciones lésbicas y lésbicas feministas. Es que le cuesta abandonar algo a lo cual le entregó cuerpo y alma.
"Recuerdo cuando una vez iba por las principales calles de Buenos Aires en una marcha con una cinta que decía "Apasionadamente Lesbiana" y fuí muy fotografiada, pero no salió en ninguna publicación!!", reclama.
Se lamenta que hace unos años atrás, las lesbianas eran noticia favorita para las páginas policiales. Hoy, felizmente dice, sucede lo contrario. Después de su aparición en TV con 36 puntos de rating, Ilse se convirtió en un referente obligado y motivó el nacimiento de un semillero de colectivas lésbicas (nació una organización denominada "Convocatoria Lesbiana" la cual se reunía en el local de la Libreria de las Mujeres). Sin embargo, más allá de la felicidad que le ocasionada eso, comenzó a sentir cierto desgaste con la exposición pública.
"Estuvimos 5 años saliendo todas las semanas en algún medio de comunicación, pero me cansé de repetir lo mismo", sostiene.
En la actualidad, quiere editar un libro con los 16 números de su publicación "Cuadernos de existencia lesbiana", y ése sería el segundo, ya que tiene una publicación que data del año 1994 y titulado "Amor entre mujeres" donde su misma pareja, Claudina, la entrevista y reflexionan juntas sobrel activismo lésbico.
Después de tantos años, Ilse reflexiona: "Sentí que tenía que hacerlo. Sabía que tendría una consecuencia positiva, así que había que llevarlo a cabo. Creo que tengo una voz interior que me señaló lo que tenía que hacer en ese momento. A las lesbianas de hoy las veo con mucha más valentia y seguridad".
Fuente: Rompiendo el silencio
En el Encuentro de Lesbianas y Bisexuales de Rosario, Argentina, se veían muchas mujeres de diversas edades por los pasillos de la "Facu" (universidad) donde se desarrollaba la actividad. Pero una mujer llamaba la atención entre todas, sobretodo, después que cientos de ellas le brindaran un sentido homenaje a quien cumplió la azaña de convertirse en la primera lesbiana pública de ese país. De eso, hace más de 15 años, en la década de los 90, cuando a Ilse la invitaron de un sinnúmero de programas de Televisión para que hablara de lesbianismo.
"No hablo sólo de lesbianismo: Soy Lesbiana" - cuenta que le dijo a una conductora de TV muy conocida allá (Mirtha Legrand). Miles de telespectadores la escucharon y la vieron. Así como una especie de Ellen Degeneres Latina, Ilse salió del closét ante millones de argentinas y argentinos. Las cartas a su casilla de cientos de lesbianas enclosetadas no se hicieron esperar. Es que era primera vez que veían a una par declarando su lesbianismo sin complejos y estaban ansiosas de un referente con la cual unirse y levantar un movimiento lésbico, hasta ese momento, que recién se iniciaba en el país vecino.
"Tuve la ocasión de decir muchas cosas, así que un montón de lesbianas se sintió identificada. Lo único que pasó fue que mi familia me pidio que no usara mi apellido paterno. Pero no tuve problemas y adopté el de mi madre, que es una checoslovaca", relata.
Pero antes de llegar a eso, Ilse tuvo una vida completamente heterosexual. Fue azafata, periodista y fotógrafa, estuvo casada con un hombre por 25 años y cuando las cosas no anduvieron bien, se divorciaron. De esa unión, nacieron 3 hijos. Ella ya simpatizaba con el feminismo, su ex marido le traía revistas de Estados Unidos y participaba en cuanto encuentro de feministas se realizara en Latinoamérica. Una la marcó de manera especial: el tercer encuentro feminista realizado en Brasil. Allí conoció a una española de la cual se enamoró perdidamente. "Desde ahí, los hombres no me interesaron nunca más", comenta. Dice que ese fue el saltó, pese a que no pasó de ser un amor platónico su gusto por la española, hicieron una gran amistad. Ella le comenzó a enviar material teórico sobre lesbianismo y su interés por el tema fue aumentando.
Uno de sus hijos vive en Berlín, donde Ilse fue a visitarlo. La libertad con la cual se vive la sexualidad en esa ciudad, sorprendieron a la octogenaria activista "las Lesbianas eran desafiantes con su pelo corto", indica. Decidida quiso que en Argentina también se diera un movimiento similar con las lesbianas. "Tenemos que tener la posibilidad de mostrarnos con orgullo", recuerda que pensó. Así nació una de las primeras publicaciones lésbicas, "Cuadernos de existencia lesbiana", mientras organizaba protestas y marchas con un incipiente movimiento LGBT que convocó a la primera marcha del Orgullo por las calles borarenses en la década de los 90.
De su familia, dice que para sus hijos no fue fácil contar con un madre lesbiana militante y encima pública, pero que hoy ya lo aceptaron y quieren mucho a su pareja Claudina.
"Me cansé de repetir lo mismo"
Ilse "se casó" simbólicamente con su pareja Claudina el año 1992. Hace poco, ambas firmaron el registro de Unión Civil que rige para la ciudad de Buenos Aires. Dice que después de 16 años, están felices. De hecho, Ilse se ve totalmente activa, practica Biodanza con un profesor chileno y cuando puede se da sus vueltas por algunas organizaciones lésbicas y lésbicas feministas. Es que le cuesta abandonar algo a lo cual le entregó cuerpo y alma.
"Recuerdo cuando una vez iba por las principales calles de Buenos Aires en una marcha con una cinta que decía "Apasionadamente Lesbiana" y fuí muy fotografiada, pero no salió en ninguna publicación!!", reclama.
Se lamenta que hace unos años atrás, las lesbianas eran noticia favorita para las páginas policiales. Hoy, felizmente dice, sucede lo contrario. Después de su aparición en TV con 36 puntos de rating, Ilse se convirtió en un referente obligado y motivó el nacimiento de un semillero de colectivas lésbicas (nació una organización denominada "Convocatoria Lesbiana" la cual se reunía en el local de la Libreria de las Mujeres). Sin embargo, más allá de la felicidad que le ocasionada eso, comenzó a sentir cierto desgaste con la exposición pública.
"Estuvimos 5 años saliendo todas las semanas en algún medio de comunicación, pero me cansé de repetir lo mismo", sostiene.
En la actualidad, quiere editar un libro con los 16 números de su publicación "Cuadernos de existencia lesbiana", y ése sería el segundo, ya que tiene una publicación que data del año 1994 y titulado "Amor entre mujeres" donde su misma pareja, Claudina, la entrevista y reflexionan juntas sobrel activismo lésbico.
Después de tantos años, Ilse reflexiona: "Sentí que tenía que hacerlo. Sabía que tendría una consecuencia positiva, así que había que llevarlo a cabo. Creo que tengo una voz interior que me señaló lo que tenía que hacer en ese momento. A las lesbianas de hoy las veo con mucha más valentia y seguridad".
Fuente: Rompiendo el silencio