Tuesday, August 19, 2008
La Iglesia mexicana en Monterrey recibe a un sacerdote gay
Con 500 iglesias alrededor del mundo, presencia en 4 continentes y 60 mil miembros, desde hace 40 años La Iglesia de la Comunidad Metropolitana de México (ICM) se extiende por el mundo y en Monterrey ya cuenta con 10 años de actividad entre la comunidad LGBT. Esta congregación religiosa, conocida también como Casa de Luz, recientemente contó con la visita de James Allison, un sacerdote católico gay que desde hace tiempo predica la inclusión de todas las formas de vida en el ámbito religioso, tal como lo plasma un video producido y editado por Ana Rosa Goñi y que puede ser visto en youtube.com.
La ICM es una iglesia cristiana de inspiración ecuménica y evangélica que nació en Estados Unidos en 1968, como respuesta a la exclusión de personas homosexuales de sus comunidades de fe. En la actualidad muchas de estas comunidades son apoyadas por algunos cardenales católicos, realidad que cada día crece, según palabras del propio Allison.
Para James Allison y Fernando Frontan, Pastor de la Casa de la Luz en Monterrey, más que un choque de doctrinas, la unión de la ICM y la Iglesia católica representa una nueva forma de convivencia eclesiástica.
“Ahora a 40 años podemos decir que prácticamente las Iglesias Luteranas del primer mundo bendicen a las parejas del mismo sexo, la Iglesia Anglicana bendice el amor y qué bueno que nosotros aquí estemos logrando que la Iglesia católica empiece a tener los oídos abiertos”, señala gustoso Fernando Frontan.
Para James Allison las ataduras y creencias del pasado, propias de la comunidad gay, son lo que ha provocado la autocensura a estos procesos religiosos, sin embargo también afirma que la lucha de líderes eclesiásticos ha modificado el futuro de las generaciones.
Bajo esta misma línea de pensamiento Fernando Frontan señala que “la unidad procede de Dios y nosotros no tenemos que ser un estorbo para esa unidad”, por lo que ahora la misión es olvidar actos de autocompasión y buscar el lugar que merece la comunidad en cualquier grupo social.
Según los fundadores de la ICM, el objetivo de esta Iglesia es esparcir las buenas nuevas de Jesucristo en todo el mundo gay, para todas aquellas personas que vivan en medio de la oscuridad, partiendo de la idea de que la comunidad de la fe es la expresión del cuerpo de Cristo que integra a todos y todas las y los creyentes.
“Yo no creo que la gente debería pasar muchos tiempo buscando la aprobación, yo creo que más bien la aprobación vendrá cuando la gente que tiene miedo deje de tener miedo. No se trata de buscar aprobación, se trata de crear cosas que las personas reconocerán como señal”, finaliza James Allison.
Fuente: Frecuencia Gay
Con 500 iglesias alrededor del mundo, presencia en 4 continentes y 60 mil miembros, desde hace 40 años La Iglesia de la Comunidad Metropolitana de México (ICM) se extiende por el mundo y en Monterrey ya cuenta con 10 años de actividad entre la comunidad LGBT. Esta congregación religiosa, conocida también como Casa de Luz, recientemente contó con la visita de James Allison, un sacerdote católico gay que desde hace tiempo predica la inclusión de todas las formas de vida en el ámbito religioso, tal como lo plasma un video producido y editado por Ana Rosa Goñi y que puede ser visto en youtube.com.
La ICM es una iglesia cristiana de inspiración ecuménica y evangélica que nació en Estados Unidos en 1968, como respuesta a la exclusión de personas homosexuales de sus comunidades de fe. En la actualidad muchas de estas comunidades son apoyadas por algunos cardenales católicos, realidad que cada día crece, según palabras del propio Allison.
Para James Allison y Fernando Frontan, Pastor de la Casa de la Luz en Monterrey, más que un choque de doctrinas, la unión de la ICM y la Iglesia católica representa una nueva forma de convivencia eclesiástica.
“Ahora a 40 años podemos decir que prácticamente las Iglesias Luteranas del primer mundo bendicen a las parejas del mismo sexo, la Iglesia Anglicana bendice el amor y qué bueno que nosotros aquí estemos logrando que la Iglesia católica empiece a tener los oídos abiertos”, señala gustoso Fernando Frontan.
Para James Allison las ataduras y creencias del pasado, propias de la comunidad gay, son lo que ha provocado la autocensura a estos procesos religiosos, sin embargo también afirma que la lucha de líderes eclesiásticos ha modificado el futuro de las generaciones.
Bajo esta misma línea de pensamiento Fernando Frontan señala que “la unidad procede de Dios y nosotros no tenemos que ser un estorbo para esa unidad”, por lo que ahora la misión es olvidar actos de autocompasión y buscar el lugar que merece la comunidad en cualquier grupo social.
Según los fundadores de la ICM, el objetivo de esta Iglesia es esparcir las buenas nuevas de Jesucristo en todo el mundo gay, para todas aquellas personas que vivan en medio de la oscuridad, partiendo de la idea de que la comunidad de la fe es la expresión del cuerpo de Cristo que integra a todos y todas las y los creyentes.
“Yo no creo que la gente debería pasar muchos tiempo buscando la aprobación, yo creo que más bien la aprobación vendrá cuando la gente que tiene miedo deje de tener miedo. No se trata de buscar aprobación, se trata de crear cosas que las personas reconocerán como señal”, finaliza James Allison.
Fuente: Frecuencia Gay