Monday, October 27, 2008
Científicos australianos relacionan un gen con la transexualidad
Un estudio genético reveló que ésta puede estar relacionada con el gen que regula los receptores androgénicos, que tiene la función de transcribir proteínas y de modificar el efecto de las hormonas masculinas.
Científicos australianos informaron que han identificado un gen que puede explicar por qué algunas personas son transexuales.
Durante décadas, ha habido un debate sobre el origen de la transexualidad y algunas investigaciones recientes indican que los factores biográficos y la genética influyen en la identidad sexual.
El mayor estudio genético sobre la transexualidad hasta la fecha reveló que ésta puede estar relacionada con el gen que regula los receptores androgénicos, que tiene la función de transcribir proteínas y de modificar el efecto de las hormonas masculinas.
"Hay un estigma social de que la transexualidad es simplemente un estilo de vida. Sin embargo, nuestros descubrimientos apuntan a que la identidad de género se desarrolla a partir de una base biológica", señaló el director del estudio, Vincent Harley, efectuado en la Universidad de Monash.
Los científicos recolectaron muestras de ADN de 112 hombres que se identificaban como mujeres y descubrieron que eran más proclives a tener una versión más alargada del gen que regula los receptores androgénicos, con respecto a 258 hombres cuya identidad de género se correspondía con sus caracteres sexuales.
El gen más alargado fue encontrado en 55.4 por ciento de los transexuales y en 47.6 por ciento de los hombres no transexuales, escribieron los investigadores en un artículo publicado en la revista Biological Psychiatry.
Las muestras también fueron analizadas para medir otros dos genes, pero no se encontraron diferencias significativas entre los grupos.
Los investigadores afirmaron la mayor longitud del gen puede resultar en una producción más débil de testosterona durante el desarrollo.
"Es posible que la disminución de los niveles de testosterona en el cerebro durante el desarrollo puede desembocar en una masculinización incompleta del cerebro en los transexuales nacidos como hombres, implicando una feminización del cerebro y de la identidad sexual", escribieron los científicos. Fuente: La Jornada
Durante décadas, ha habido un debate sobre el origen de la transexualidad y algunas investigaciones recientes indican que los factores biográficos y la genética influyen en la identidad sexual.
El mayor estudio genético sobre la transexualidad hasta la fecha reveló que ésta puede estar relacionada con el gen que regula los receptores androgénicos, que tiene la función de transcribir proteínas y de modificar el efecto de las hormonas masculinas.
"Hay un estigma social de que la transexualidad es simplemente un estilo de vida. Sin embargo, nuestros descubrimientos apuntan a que la identidad de género se desarrolla a partir de una base biológica", señaló el director del estudio, Vincent Harley, efectuado en la Universidad de Monash.
Los científicos recolectaron muestras de ADN de 112 hombres que se identificaban como mujeres y descubrieron que eran más proclives a tener una versión más alargada del gen que regula los receptores androgénicos, con respecto a 258 hombres cuya identidad de género se correspondía con sus caracteres sexuales.
El gen más alargado fue encontrado en 55.4 por ciento de los transexuales y en 47.6 por ciento de los hombres no transexuales, escribieron los investigadores en un artículo publicado en la revista Biological Psychiatry.
Las muestras también fueron analizadas para medir otros dos genes, pero no se encontraron diferencias significativas entre los grupos.
Los investigadores afirmaron la mayor longitud del gen puede resultar en una producción más débil de testosterona durante el desarrollo.
"Es posible que la disminución de los niveles de testosterona en el cerebro durante el desarrollo puede desembocar en una masculinización incompleta del cerebro en los transexuales nacidos como hombres, implicando una feminización del cerebro y de la identidad sexual", escribieron los científicos. Fuente: La Jornada