Monday, March 23, 2009
"Ser lesbiana no es un delito, es un deleite"
En cada beso una revolución
Con la consigna de que ser lesbiana no es un delito, sino un deleite, y en demanda del derecho al matrimonio, a una pensión y seguridad social para las parejas del mismo sexo, a la adopción, a la reproducción asistida, a una educación sexual abierta y por la autodeterminación sexual, integrantes de dicha comunidad marcharon ayer desde el Zócalo capitalino al Monumento a la Revolución.
En lo que fue la cuarta Marcha Lésbica, en Cada Beso una Revolución, abogaron por el impulso del lesbofeminismo y expresaron su rechazo al sistema capitalista y patriarcal y sus políticas neoliberales, conservadoras y fascistas, las que someten y reprimen en especial a aquellos que tienen una orientación sexual que difiere de la aceptada por el conservadurismo.
Jan María Castro, fundadora del Movimiento de Lesbianas Feministas, señaló que la lucha es también en contra de toda forma de opresión ejercida sobre las mujeres, porque las lesbianas antes que todo somos mujeres.
En entrevista comentó que las lesbianas son doblemente discriminadas, primero por ser mujeres padecemos la misoginia, y en segundo lugar por ser lesbianas sufrimos la lesbofobia.
Exaltó la valentía de muchas de las participantes en la marcha, pues salir del clóset es heroico, más aún cuando se nos identifica como lesbianas sufrimos represión en nuestros trabajos, en la familia y en los espacios sociales.
Desde antes de las 15 horas comenzaron a llegar a la plancha del Zócalo cientos de integrantes de esta comunidad, cargando pancartas en las que se leía las lesbianas estamos en todas partes, en las iglesias, en las escuelas, en las calles y en esta marcha, Amarse entre iguales no es nada distinto y Mujeres lesbianas contra la tiranía del gobierno ultraconservador, entre otras. Posteriormente, en el Monumento a la Revolución llevaron a cabo un festival artístico, donde también se exhibió un tapiz de aserrín pintado en el piso, alusivo a la marcha.
Con el arribo de fuerzas federales a Juárez han crecido agresiones
Allí también dos madres de niñas y jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez, invitadas por las organizadoras del acto, sostuvieron que en dicha ciudad las desapariciones y asesinatos de mujeres no cesan, al grado de que de enero a la fecha ya se registran 20 decesos y 17 desapariciones. Rubí Pando Hernández, madre de Airis Estrella, una niña de siete años que fue asesinada en mayo de 2005, precisó que el arribo de los refuerzos para combatir al narco ha intensificado la violencia hacia las mujeres, porque estos federales han ido a agravar la situación.
Antes, Mariana Pérez, del comité organizador de la marcha e integrante de la revista Lesbos, insistió en que se debe terminar con la discriminación hacia las lesbianas y demandó el acceso de éstas a servicios de salud, para que quienes lo requieran puedan someterse a técnicas de reproducción asistida para poder tener hijos sin verse obligadas a recurrir a un hombre. Expuso que exigen también la creación del consejo nacional de lucha y prevención del cáncer cervicouterino y mamario.
En tanto, Norma Díaz manifestó que a este sector se le debe garantizar el derecho a la vivienda, ya que porque no tenemos dependientes nos lo niegan, y acotó que también urge el acceso equitativo a la educación. Respecto de esto último comentó que muchas lesbianas son corridas y marginadas en escuelas y en sus trabajos por el hecho de tener una orientación sexual diferente.
En lo que fue la cuarta Marcha Lésbica, en Cada Beso una Revolución, abogaron por el impulso del lesbofeminismo y expresaron su rechazo al sistema capitalista y patriarcal y sus políticas neoliberales, conservadoras y fascistas, las que someten y reprimen en especial a aquellos que tienen una orientación sexual que difiere de la aceptada por el conservadurismo.
Jan María Castro, fundadora del Movimiento de Lesbianas Feministas, señaló que la lucha es también en contra de toda forma de opresión ejercida sobre las mujeres, porque las lesbianas antes que todo somos mujeres.
En entrevista comentó que las lesbianas son doblemente discriminadas, primero por ser mujeres padecemos la misoginia, y en segundo lugar por ser lesbianas sufrimos la lesbofobia.
Exaltó la valentía de muchas de las participantes en la marcha, pues salir del clóset es heroico, más aún cuando se nos identifica como lesbianas sufrimos represión en nuestros trabajos, en la familia y en los espacios sociales.
Desde antes de las 15 horas comenzaron a llegar a la plancha del Zócalo cientos de integrantes de esta comunidad, cargando pancartas en las que se leía las lesbianas estamos en todas partes, en las iglesias, en las escuelas, en las calles y en esta marcha, Amarse entre iguales no es nada distinto y Mujeres lesbianas contra la tiranía del gobierno ultraconservador, entre otras. Posteriormente, en el Monumento a la Revolución llevaron a cabo un festival artístico, donde también se exhibió un tapiz de aserrín pintado en el piso, alusivo a la marcha.
Con el arribo de fuerzas federales a Juárez han crecido agresiones
Allí también dos madres de niñas y jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez, invitadas por las organizadoras del acto, sostuvieron que en dicha ciudad las desapariciones y asesinatos de mujeres no cesan, al grado de que de enero a la fecha ya se registran 20 decesos y 17 desapariciones. Rubí Pando Hernández, madre de Airis Estrella, una niña de siete años que fue asesinada en mayo de 2005, precisó que el arribo de los refuerzos para combatir al narco ha intensificado la violencia hacia las mujeres, porque estos federales han ido a agravar la situación.
Antes, Mariana Pérez, del comité organizador de la marcha e integrante de la revista Lesbos, insistió en que se debe terminar con la discriminación hacia las lesbianas y demandó el acceso de éstas a servicios de salud, para que quienes lo requieran puedan someterse a técnicas de reproducción asistida para poder tener hijos sin verse obligadas a recurrir a un hombre. Expuso que exigen también la creación del consejo nacional de lucha y prevención del cáncer cervicouterino y mamario.
En tanto, Norma Díaz manifestó que a este sector se le debe garantizar el derecho a la vivienda, ya que porque no tenemos dependientes nos lo niegan, y acotó que también urge el acceso equitativo a la educación. Respecto de esto último comentó que muchas lesbianas son corridas y marginadas en escuelas y en sus trabajos por el hecho de tener una orientación sexual diferente.