Saturday, December 26, 2009

 

Pierde el trabajo y la libertad por ser gay

En los últimos años han crecido en México la discriminación y los crímenes de odio relacionados con la orientación sexual


Desde que hizo pública su preferencia sexual, la vida del profesor Agustín Estrada Negrete ha sido amenazada. Desde hace diez años, él es un activista social a favor de las personas con discapacidad. Pero en el 2007, cuando asumió la lucha abierta por los derechos de la comunidad homosexual, ha perdido el trabajo, la tranquilidad y la libertad.
Este no es un caso aislado, es la historia de un hombre que revela el grado de homofobia que hay en el país y por el que las organizaciones de derechos humanos han solicitado la intervención de Amnistía Internacional (AI), la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La persecución en contra de Agustín Estrada tiene como autores a padres de familia y funcionarios de la Secretaría de Educación Pública del Estado de México, en donde él ejercía su profesión.
Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), señala que para acabar con las prácticas homofóbicas, es necesario hacer cambios legislativos que impliquen una sanción para quien discrimina. La Constitución mexicana reconoce el derecho a no ser discriminado “por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
La organización civil Asistencia Legal por los Derechos Humanos señala que “en México, aunque formalmente existe plena libertad para que las personas expresen su identidad de género o sus afectos con personas del mismo sexo –al no haber norma alguna que criminalice ni la orientación o preferencia sexual, ni la identidad o expresión de género–, a menudo se presentan agresiones sistemáticas contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgenéricas y transexuales”.
Crímenes de odio
En un reporte que envió a la ONU sobre este caso, dicha oganización no gubernamental señaló que: “Los crímenes de odio por preferencia u orientación sexual y por expresión o identidad de género son la cara más brutal de la discriminación que viven día con día las personas perteneciente a la comunidad lésbico, gay, transexul y bisexual.
Los asesinatos permanecen ocultos como homicidios simples o calificados como pasionales sin que la discriminación sea considerada como un elemento en la investigación. La última medición sobre agresiones contra homosexuales que se hizo en nuestro país, hecha por la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia (CCCCOH) señala que entre 1995 a 2003, ocurrieron 464 asesinatos de personas pertenecientes a la diversidad sexual.
Un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana revela que el 30% de las personas homosexuales entrevistadas, ha sufrido discriminación por parte de la policía y que el 20% ha sido víctima de acoso por parte de los elementos de la fuerza pública. Otro dato que da luces sobre este fenómeno es la Encuesta Nacional de Cultura Política y Prácticas Ciudadanas que elaboró la Secretaría de Gobernación en el 2001 en la que se dice que el 66% de los mexicanos no compartiría su techo con un homosexual y el 71% no acepta o apoya la promulgación de derechos específicos para la población con estas caracterísicas.
Hostigamiento
Agustín Estrada Negrete es maestro de educción especial. Desde el 2001 fue designado director de los Centros de Atención Múltiple 33 y 34 de la colonia Cuauhtémoc, municipio de Ecatepec, en el Estado de México.
En estos centros se brinda educación a niños con discapacidad. Desde 1996, el profesor inició su carrera en el activismo social organizando marchas en protesta por el incumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad. Salió a las calles para exigir la aperura de más escuelas de educación especial y porque las personas con discapacidad tuvieran empleo.
El 17 de mayo del 2007 salió otra vez a protestar. Esta vez para participar en la Feria de la Lucha contra la Homofobia. El asumir ahí públicamente su homosexualidad casuó reacciones homofóbicas en la escuela donde él laboraba.Según sus declaraciones, en junio de ese año, algunos profesores presentaron una queja administrativa en la contraloría interna de la Secretaría de Educación Pública del estado para exigir la destitución de Estrada Negrete con el argumento de que era “un mal ejemplo” para la comunidad estudiantil al “ir vestido de mujer en la vía pública”. Ese proceso está suspendido por falta de elementos.
El 14 de febrero de 2008 se le notificó al profesor el inicio de una licencia “obligada” con goce de sueldo para retirarse del cargo como director de los Centros de Atención Múltiple, “pero falsificaron mi firma”. Mientras, algunas madres de familia se organizaron para recabar firmas en su contra. El 16 de febrero pasado venció su licencia y el profesor se presentó a laborar, pero lo recibió una trifulca de padres de familia, unos exigían el regreso del maestro y otros, su renuncia. Para solucionar el problema tuvieron que intervenir granaderos.
Persecución
Después de ese episodio y de que el maestro regresara a la escuela, se giraron 18 órdenes de aprehensión en su contra, por ocupación ilegal del inmueble. Una de ellas fue ejecutada el 21 de julio, cuando fue trasladado al Centro de Readaptación Social de Ciudad Cuauhtémoc, de donde salió bajo fianza al día siguiente. El 7 de mayo fue citado en el Palacio de Gobierno para “resolver la situación”, dijo Estrada. Pero fue recibido por la fuerza pública.
Después, a golpes, fue trasladado al Penal de Almoloya, donde fue violado por los internos. Salió al día siguiente con el pago de una fianza. A esas dos detenciones, siguieron las amenazas afuera de su casa donde de manera anónima se colocan mantas exigiendo su renuncia y su retiro de la comunidad, a través del teléfono celular donde le dicen que su vida corre peligro si insiste en regresar a la escuela y con continuos patrullajes hechos por elementos de la Agencia de Seguridad Estatal.
La asociación Asistencia Legal por los Derechos Humanos solicitó la intervención de la ONU, de la CIDH y de Amnistía Internacional para que exijan al Estado mexicano el cumplimiento de sus compromisos internacionales, la prevención de la discriminación y la protección de la vida de Agustín Estrada. El maestro dice: “Me han destruido la vida, sólo por ignorancia y por no respetar mi dignidad como persona”. Fuente: El Universal
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